El principe pistacho....

Erase una vez ... un príncipe que vivía en un pequeño castillo, nunca nadie lo veía porque era muy tímido y se escondía por los rincones mas discretos del lugar... lo llamaban el príncipe pistacho porque según cuentan sus lavanderas toda su ropa era verde suave y su cocinera todas las tardes le servía helado de pistacho.... el cual era su favorito...

El príncipe pistacho tenía los ojos chiquititos pero todo lo veía y era muy observador, dedicaba su tiempo a realizar deporte y escuchar música de todos los estilos... su día amanecía siempre con música para sus oídos, de ese modo se alegraba los ánimos y afrontaba la batalla diaria de ejercicio que realizaba cada nuevo día.... en sus momentos mas melancólicos aprovechaba y escapaba al mar a pescar, donde alejaba sus tormentos dejando que el agua y las olas arrastrasen con ellos como si de restos marinos se tratara...

Pistacho era un chico muy reservado y poco hablarin de ahí su timidez, pero bastante interesante... tenía muchas ganas de conocer el mundo y de ser conocido por el resto de los habitantes que rodeaban su maravilloso y acogedor castillo, así que un día cansado de tanta soledad salió a la calle, pero desconfiado del mundo se vistió de otro color que no fuese su favorito, así pasaría discreto ante la multitud y no llamaría la atención... 

Descubrió que fuera de su mundo había otro mayor... que no toda la belleza material que lo rodea es lo único importante  y que se puede ser feliz con mucho menos...

Pistacho perdió el miedo a relacionarse con los demás y un día despertó de un sueño viendo que no era ningún príncipe pero cuando escuchaba ....

...... sentía que el mundo se ponía a sus pies....

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