...Que no quería que acabara la noche... que sentirme a su lado me hacía tan bien que nada podría reemplazar mi satisfacción de tenerle a mi lado.. olerlo... mirarlo.. saborear sus labios y respirar su respiración... por noches como esas.. noches únicas, envueltas en dulzura y complicidad... contarle secretos al oído mientras huelo su piel... ese olor que se ha vuelto familiar para mis sentidos, y que cuando no tengo echo en falta...
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